Jugando un segundo tiempo dominante, Miami Heat aplastó a San Antonio Spurs por 103 a 84 en el segundo juego de la serie final de la NBA. Los tejanos habían ganado el primer juego. Miami Heat le devolvió a San Antonio Spurs la dosis de humillación que recibió en el primer partido de la final de la NBA y con una dominante ofensiva le aplastó 103-84 la noche de ayer en el segundo partido de la serie, que la empató 1-1. Pese a la paliza, la más grande que reciben en la postemporada de este año, los Spurs cumplieron su objetivo de irse de Miami con un triunfo, tras ganar el primer encuentro la noche del jueves 92-88. Ahora la serie al mejor de siete encuentros se traslada a San Antonio, donde se jugarán tres juegos el martes, jueves y domingo. Esta vez, los del Heat tuvieron un trabajo ofensivo más parejo, con cuatro titulares en dobles dígitos y una banca que le aportó 40 puntos, 13 de ellos del veterano Ray Allen, quien encestó 3 de 5 triples. El astro LeBron James estuvo “discreto” con 17 puntos, 8 rebotes, 7 asistencias, 3 robos y 3 bloqueos y encontró más ayuda de sus compañeros Chris Bosh (12 puntos y 10 tablas), Dwyane Wade (10 tantos) y el armador Mario Chalmers (19 unidades). Por San Antonio, el escolta Danny Green fue el mejor con 17 puntos (5 de 5 en triples), seguido de Tony Parker con 13 y Gary Neal 10. El ala-pivot Tim Duncan se quedó en 9 tantos y 11 rebotes y el argentino Manu Ginóbili salió de la banca para terminar con 5 puntos en 18 minutos de juego. "No jugamos fino con el balón, no triangulamos, y ellos jugaron con la desesperación, la urgencia de ganar a como sea. Esa fue la historia del partido", resumió Ginóbili. El Heat, que quebró el marcador en el último cuarto con un furioso rally de 28-5, tuvo mejor efectividad en porcentaje de tiros de campo (49 a 41), dominó la pintura 46 puntos a 38 y cometió sólo seis pérdidas de balón, casi las mismas que tuvo (5) en el fatídico último tramo del jueves, cuando San Antonio le dio vuelta a la pizarra para asegurar el primer triunfo de la serie. |